Si hay algo que a todos nos recuerda la sensualidad en la música, es la música francesa, y más concretamente el periodo que abarca el impresionismo francés y todos los compositores que de una u otra manera surgen vinculados a este movimiento. Debussy es el compositor por excelencia que representa esta sensualidad en los colores y en el sonido, como el mejor trasmisor de la pintura de Monet a los sonidos.
La sensualidad de la música francesa la encontramos tanto en la música de Chausson, como en la de aquellos compositores que quisieron desvincularse del impresionismo, como Poulenc, Honneger… todos ellos tienen sin duda alguna la sonoridad francesa que trasmite como ninguna sensualidad, serenidad, y en ocasiones la alegría de ese París vibrante de principios del s. XX.
Duración aproximada 60 minutos